viernes, 7 de mayo de 2010

Integrantes del grupo












LECCIONES APRENDIDAS

Las actitudes a tomar en los diferentes aspectos de la vida cotidiana siempre serán de importancia para estas decisiones son de gran importancia y responsabilidad a la que hay que responder efectivamente. la idea de esta investigación bibliográfica sobre lo que son las actitudes esta relacionada en el trabajo social de una manera muy estrecha ya que los profesionales de trabajo de trabajo social están siempre actuando de una manera profesional ante tales situaciones que se presentan en los diferentes campos de acción.
La investigación realizada que a que se presenta es para enriquecer los conocimientos del estudiante de trabajo social y la manera de cómo explicar y aplicar las actitudes en los diferentes campos de acción, en la vida cotidiana, en la vida profesional, en la vida personal, las actitudes son nuestra responsabilidad ya sean estas positivas o negativas.

En los diferentes campos de acción de trabajo social, las actitudes deben ser con el coeficiente intelectual para que dé la mejor manera seamos profesionales de éxito en este caso no sería tanto la experiencia como trabajadores sociales si el deseo de serlo y ser responsable de las actitudes tomadas.

En el presente trabajo se presentan una serie de de pasos a seguir para tomar las decisiones y actuar de la mejor manera de una forma moral, con ética profesional, pero será solo la fuerza de voluntad la que nos guie y el interés en conocer nuestras limitantes, cualidades, los obstáculos que se tienen que vencer.

LAS ACTITUDES DE UN LIDER

Cuando el líder se encuentra dispuesto a asumir los desafíos empresariales con una actitud positiva y optimista, es capaz de ver el cielo despejado y de color azul. Sin embargo, cuando el líder imperceptiblemente se carga de negatividad, lo que consigue es generar un sinnúmero de nubes grises que opacan la brillantez de su talento para asumir los desafíos que se le imponen.

Bien sabemos que la actitud del líder es determinante en la formación de la cultura de la empresa, pero también en el cultivo de unas sólidas relaciones interpersonales que necesitan motivación y un trato humano cordial y generoso. Por tanto se requieren de líderes amables, respetuosos y abiertos a los demás.

Para ser un buen líder no basta sólo con tener sólidos conocimientos académicos, aptitudes para ejercer un determinado cargo, sino también actitudes que demuestren un trato personal de talla. Ser líder, más que ciencia es un arte que hay que saber conquistar con un aprendizaje continuo en el cuál lo importante no es no caer, sino levantarse siempre, corrigiendo los errores que como seres humanos cometemos.

Una de las actitudes necesarias es aquella para afrontar el cambio. Es innegable que no siempre en las actividades empresariales se vislumbran cielos azulados que perfilen un buen destino financiero. Sin embargo, si existe la voluntad de poner los medios adecuados sabiendo que son las personas y el talento humano la clave para el impulso, podemos hacer cambiar el panorama referido.

La iniciativa para proponer cambios necesarios debe ir acompañada de un orden que sistematice su ejecución y evaluación respectiva, pues no se trata de plantear intenciones temporales sino que perduren en el tiempo y que tenga efectos positivos en quienes laboran en la empresa.

Tal como lo precisaran ÀNGEL CASTIÑEIRA y JOSEP M. LOZANO, profesores de Esade, en “Liderazgos: una apuesta de futuro” (La Vanguardia, 20/05/05), “El buen liderazgo es generador y multiplicador de ideas, valores y actitudes... no es un debate sobre quién manda, sino sobre el sentido que le damos a nuestra acción cotidiana; sobre cómo se construye el sentido de lo que hacemos, cómo se comparte y hacia dónde nos moviliza”.

Lo importante será que quien se proponga formarse como líder empiece por reconocerse humildemente a sí mismo, un auto-conocimiento sincero que le leve a percibir sus falencias y tomar un plan de acción concreto que permita corregirlas a tiempo. El líder debe aprender a valorarse con sus defectos y virtudes. Luego de ello, el líder deberá tomar una actitud obsecuente con el cultivo de la libertad responsable, es decir que siempre que tome una decisión en cualquier ámbito de la empresa debe medir las consecuencias humanas o financieras que traerá dicha acción en el futuro.

La mejor actitud que podemos rescatar de un líder es aquella que considera el alcance de la excelencia y el éxito en la empresa como un servicio, una donación a los demás, lo cuál implica terminar con los prejuicios negativos o actitudes pesimistas predeterminadas, de las que mucho se ven cuando se convocan a reuniones de equipos o reuniones generales.

Si una persona no cambia de actitud hacia horizontes nuevos y con fines nobles, los resultados siempre seguirán siendo los mismos. Sin embargo, si toma una rectitud de intención firme proclive hacia una acción directiva y de liderazgo correcto, se puede vislumbrar no un interés por hacer crecer egoístamente el talento sino un talento orientado al servicio de los demás.

BIBLIOGRAFIA

www.programafinanciero.com
Tal como lo precisaran ÀNGEL CASTIÑEIRA y JOSEP M. LOZANO, profesores de Esade, en “Liderazgos: una apuesta de futuro” (La Vanguardia, 20/05/05), “El buen liderazgo es generador y multiplicador de ideas, valores y actitudes...

MEJORAR LA AUTOESTIMA

Mejorar la autoestima no significa creerte más importante que los demás, significa saber y tener plena conciencia de que tu vida es infinitamente valiosa.

Principio del formulario

La calidad de vida personal está notablemente influenciada por la forma como cada persona se percibe y se valora a sí misma. Esta valoración que cada individuo hace de sí mismo es lo que en la literatura científica se conoce con el nombre de autoestima.
La palabra autoestima está compuesta por dos conceptos, el de "auto" que alude a la persona en sí y por sí misma y "estima" que alude a la valoración, por lo tanto podemos definir la autoestima como la valoración que una persona hace de sí misma. Cuando la valoración que hacemos de nosotros mismos es beneficiosa para nuestra calidad de vida se puede decir que tenemos una autoestima positiva, mientras que si es perjudicial nos hallamos ante una autoestima negativa.
El proceso de mejorar la autoestima es un proceso de aprendizaje, en el que juegan un papel fundamental diversas claves, así como un trabajo continuo de crecimiento personal.



Autoestima positiva
La autoestima positiva aporta un conjunto de efectos beneficiosos para nuestra salud y calidad de vida, que se manifiestan en el desarrollo de una personalidad más plena y una percepción más satisfactoria de la vida.
Aumenta la capacidad de afrontar y superar las dificultades personales al enfrentarnos a los problemas con una actitud de confianza personal.
Fomenta la capacidad de adquirir compromisos y por lo tanto de ser más responsables al no eludirlos por temor.
Potencia la creatividad al aumentar la confianza en nuestras propias capacidades personales.
Fundamenta la autonomía personal, al aumentar la confianza en nosotros mismos, tenemos más capacidad de fijar nuestras propias metas.
Nos permite establecer relaciones sociales más igualitarias y satisfactorias, al ser más asertivos y enfrentarnos a los conflictos con actitud positiva.

Autoestima negativa
Cuando la autoestima es negativa, nuestra salud se resiente porque nos falta confianza en nosotros mismos para abordar los sucesivos retos que nos presenta la vida desde una perspectiva positiva y esto hace que nuestra calidad de vida no sea todo lo óptima que pudiera serlo.
Al faltarnos confianza personal, disminuye nuestra capacidad para enfrentarnos a los múltiples problemas y conflictos que se nos presentan en la vida.

La falta de confianza hace que evitemos los compromisos y por lo tanto abordemos nuevas responsabilidades, privándonos así de una mayor riqueza en nuestras experiencias vitales, o bien cuando afrontamos nuevos compromisos nos abruman las responsabilidades, siendo nuestro umbral de resistencia al conflicto más limitado.
No contribuye a fomentar nuestra creatividad, puesto que no confiamos en nuestras capacidades personales.
Al faltarnos autoconfianza, difícilmente nos fijamos metas y aspiraciones propias por lo que somos más vulnerables a actuar de acuerdo con lo que se espera de nosotros y no de acuerdo a nuestras propias decisiones.
Las relaciones que establecemos con otras personas no son de igualdad, dado que nuestra falta de confianza nos impide abordar los conflictos personales desde una perspectiva igualitaria, adoptando muchas veces actitudes sumisas o bien agresivas.
La autoestima puede cambiarse
La autoestima se forma a través de la observación y apreciación que cada persona hace de sí misma.
También contribuyen las creencias que cada uno de nosotros tenemos acerca de la imagen que las demás personas tienen de nosotros.
Cambiar o mejorar la autoestima supone modificarla para aumentar la confianza en nuestras propias capacidades personales.

La autoestima se va formando a lo largo de nuestra vida
El proceso de formación de la autoestima se inicia desde nuestras edades más tempranas y se continúa a lo largo de la edad adulta. En la formación de la autoestima influye el entorno familiar próximo y el contexto cultural en el que nos desarrollamos.
Los modelos familiares se transmiten influyendo en su configuración no sólo la vinculación afectiva con el mundo adulto, sobre todo con el padre y la madre, sino también el mayor o menor aprecio que se hace de nuestro comportamiento y lo que se espera de nosotros por el hecho de ser mujeres u hombres.
Desde pequeños, por el hecho de ser niñas o niños, interiorizamos una serie de creencias acerca de lo que se espera de nosotros, que vamos asumiendo y, al llegar a la edad adulta tendemos a reafirmar porque es lo que, por el hecho de ser mujer u hombre, se ha asumido como modelo cultural.

Tanto los modelos familiares como los culturales conforman nuestra autoestima por eso es importante observarlos y revisarlos para tener conciencia de los modelos negativos que hemos interiorizado y así poder cambiarlos.

Aspectos que componen la autoestima
Mejorar la autoestima para fomentarla y potenciarla positivamente, supone actuar sobre los diferentes componentes de la misma:
Componente cognitivo: supone actuar sobre "lo que pienso" para modificar nuestros pensamientos negativos e irracionales y sustituirlos por pensamientos positivos y racionales.
Componente afectivo: implica actuar sobre "lo que siento", sobre las emociones y sentimientos que tenemos acerca de nosotros mismos.
Componente conductual: supone actuar sobre "lo que hago", esto es, sobre el comportamiento, para modificar nuestros actos.
Los tres componentes están muy relacionados entre sí, de manera que actuando sobre uno de ellos, obtenemos efectos sobre los otros dos. Si modifico un pensamiento negativo acerca de mí mismo por otro positivo, seguramente me sentiré mejor conmigo mismo y este sentimiento de bienestar me impulsará a actuar, probablemente haciendo algo de lo que no me creía capaz.

Algunas claves para mejorar la autoestima
Mejorar la autoestima se puede hacer a lo largo de nuestra vida, cuando tomamos conciencia de nosotros mismos y decidimos cambiar el modelo de pensamiento, sentimiento y conducta aprendidos. Cambiar este modelo supone:
Aceptarnos tal y como somos, para ello hay que tomar conciencia de nosotros mismos cuestionándonos acerca de nuestra autovaloración y reflexionando sobre los modelos familiares y culturales que están influyendo en la opinión que tenemos de nosotros mismos.
Intentar cambiar los modelos negativos por otros positivos que fomenten nuestra autoestima.
Controlar la crítica destructiva porque lo que pensamos tiende a cumplirse, es el "auto cumplimiento de la profecía", sea positivo o negativo y por ello si nos mandamos permanentemente mensajes negativos, al interiorizarlos y creérnoslos acabamos actuando de tal forma que propiciamos su cumplimiento.
Evitar compararnos con otras personas, puesto que cada persona somos única y singular no tiene ningún sentido hacerlo y, además, al compararnos siempre encontramos a alguien que a nuestros ojos es mejor o más feliz.

Una mente positiva produce realidades positivas una mente negativa atrae realidades negativas.

EL INTERES EN CONOCER NUESTRAS CUALIDADES

Ver nuestras propias cualidades positivas y ponerlas al servicio de nuestros proyectos y actividades cotidianas.
Es importante, de ser posible, realizar este trabajo en grupo con otras personas.
1.El reconocimiento de las propias cualidades positivas o virtudes.
En general cuando se habla de “mejorar personalmente”, casi todas las personas reconocen que a lo largo de sus propias vidas se han preocupado y han intentado conocer y cambiar conductas y actitudes que no parecían favorables. Ya sea realizando estudios especializados o simplemente, de modo improvisado y espontáneo (como “conversando con uno mismo”) en algún momento hemos tratado de mejorarnos.
Si hablamos de mejorar o “superarse” (como se dice comúnmente), siempre nos imaginamos mejorar o superar “dificultades” o “defectos” personales. Seguramente hemos tratado de luchar contra esos aspectos negativos personales, y seguramente que en mayor o menor medida hemos logrado algunos cambios, alguna mejora personal. Esta fue, sin duda, una forma de conocerse y esta bien.
Qué cosas tengo interesantes que reconozco en mí? No hablamos de aquellas cosas que nos sucedieron o que nos han salido bien sino de lo que tengo de interesante, de cualidades positivas personales, de virtudes, de cualidades.
a) Haga una lista de cualidades positivas, cualidades o virtudes personales. Piense y sienta aquellas cosas interesantes que tenga, anótelas en su cuaderno. No se preocupe si le resulta difícil al principio. Trate de sacar de su pensamiento lo negativo, relájese, despéjese y vea que hay de positivo en ud.
b) Ahora mire a las personas del grupo. Vea que cualidades interesantes tienen ellos. Descubra que virtudes tienen y dígaselas. Intente ser lo mas sincero posible. Ellos a su vez le dirán que tiene ud. de interesante, anote en su cuaderno una nueva lista de cualidades positivas (esas que le dijeron ellos). Esta será una lista de virtudes que la gente ve en ud.
c) Observe las dos listas por separado (la que hizo Ud. y la que le dijeron) y elabore una sola mezclando las dos listas. Tome valor por valor y “sienta” cuál de ellos es el más importante, ¿Cuál de ellos siente que es el más interesante? Elabore una lista de mayor a menor con sus virtudes.
No se olvide de los dos puntos de vista; el propio y el de los demás. Muchas veces uno no considera aspectos positivos personales como cualidades interesantes para tener en cuenta, o simplemente considera que éstas no son tan “buenas”. Sin embargo mucha gente piensa que esas virtudes son significativas en Ud.

2. Aprovechar estas virtudes en la acción de todos los días.
Cuando uno trata de buscar que dificultades tiene, es fácil que las encuentre ya que nos dejan “sensaciones” claras. Son las tensiones asociadas a esos problemas las que “sentimos”. La tensión (que la siento directamente en mi cuerpo) la puedo localizar, sé donde la siento. Tiene “peso” y “carga” definida.

La virtud, la cualidad positiva en cambio no tienen un “lugar” donde sentirlas. Esta y no tiene potencia, es liviana como una pluma. Las cosas interesantes de uno no se sienten tanto y no nos parecen “reales”. Por eso es fácil el reconocimiento de problemas y tensiones, pero a la hora de reconocer las propias virtudes, la sensación es difusa y poco probable, como si no fuesen reales.

“La tensión, lo apretado, es real y lo distenso, lo liviano, no existe”. Así lo vivimos nosotros, entonces el sistema violento aprovecha y nos dice: “Ud. es insignificante, es un número...”
Queremos ampliar, maximizar nuestras virtudes en el sentido de la acción. ¿Cómo volcar estas virtudes en acciones cotidianas? ¿Cómo les puedo sacar rendimiento?
Nos apoyaremos en aquellas cualidades que se puedan aplicar, que puedan ser útiles a un proyecto en la vida. Aquellas que no son útiles no nos interesan en absoluto.
Necesitamos un proyecto de acción para tener referencia. Mejor un proyecto dislocado que razonable, que sirva como imagen trazadora, que sea una referencia, sea que se logre o no. No importa esto, nos importa ponernos en acción apoyándonos en nuestras virtudes, en aquellas virtudes que nos pueden favorecer en la acción.
“No podemos proponerle a nadie el sentido de su vida, pero sí el proyecto del Movimiento, que es una propuesta de acción concreta y cotidiana”.
a) Elabore un plan concreto de acción en su medio inmediato (familia, amigos, vecinos, etc...), teniendo en cuenta al proyecto del Movimiento en el cuál puede incluirse. Tome como referencia los próximos tres o seis meses.
b) Busque ahora aquellas virtudes que favorecerían a su proyecto, y aplíquelas. ¿Cómo se puede ampliar estas virtudes para que el proyecto funcione? ¿Cómo aplicar estas virtudes?
Piense qué cambios de conducta debería producir en Ud., ¿Qué tiene que reforzar?, ¿Qué tiene que mantener? Arme un “personaje” con todas las buenas virtudes y échelo a andar en el mundo.
El trabajo con las virtudes nos pone frente a un definido estilo de vida, positivizando lo mejor de uno y de los otros.
Despejándonos de lo negativo y apoyándonos en lo positivo empezamos desde ya a poner en marcha un cambio de actitud, un cambio de comportamiento un cambio para mejorar el modo de relación con las personas y la acción en el mundo.
ANALISIS:
 Según el autor de este tema es muy importante de que las personas deben de mejorar las diferentes areas y aspectos de su vida personal para poder y tener la capacidad de diferir de lo bueno lo malo y pensar positivamente aun en los momentos mas difíciles de la vida cotidiana en los diferentes campos de acción de los individuos y en sus diferentes estilos de vida qñue ellos suelen llevar sea esta profesional, personal, social etc. y de esa manera poder sobresalir de los momentos mas difíciles que se le presentan en el diario vivir.

PERSONA Y PERSONALIDAD

« ¡No hay derecho!», solemos decir, a veces, cuando nos sentimos indignados por algo que nos ocurre y no «debería ser». ¿Por qué tenemos conciencia de una dignidad personal, sea cual sea nuestra situación exterior? Un primer paso para aprender a pensar, es: REFLEXIONAR SOBRE EL SER PERSONAL. 
¿Qué es el ser humano? Se ha dicho que es un enigma, un complejo y maravilloso microcosmos que nunca se acaba de comprender del todo. 
Realicemos un movimiento de aproximación. Pensemos. ¿Cómo es posible la ciencia y la tecnología, la cultura, la historia, el arte, el lenguaje, la moral, la religión, etc.? Parecen manifestaciones exclusivas del ser humano, reveladoras de una genuina espiritualidad. 
Con Pascal hay que decir que es una débil caña, mas una caña pensante. La inteligencia tiende a conocer, y la libre voluntad al bien. Ambas actúan a modo de ventanas que se abren hacia el infinito, y al mismo tiempo hacen entrever en el hombre, al menos parcialmente, un núcleo interior invisible. 

Diríase que la persona humana -hombre; mujer- se constituye como una original síntesis de materia y espíritu. Nada hay en el universo visible más perfecto y bello que el ser humano. Cada persona, cada hijo, es un ser único e irrepetible que se desarrolla en comunión con otros seres humanos. 

Qué acertado estaba Kant al afirmar que la persona no es un medio, sino un fin en sí misma. LA PERSONA NO ES ALGO, ES ALGUIEN. 
Se tiene conciencia de que la persona no es una cosa, no es algo, no puede ser tratada como mero instrumento o medio. La razón fundamental es ésta: cada persona tiene una dignidad, un valor en sí, es un ser corpóreo-espiritual que trasciende el mundo material. Cada criatura humana merece ser respetada y amada por sí misma. 
La personalidad es el proceso y el resultado de ir creciendo como personas. La personalidad concreta de cada ser humano se fragua en la interacción de varios elementos: la herencia, el medio ambiente y la libertad individual. 
El desarrollo total de la personalidad humana, abarcada las siguientes dimensiones: 
- Educación del cuerpo; 
- educación de la inteligencia; 
- educación de la voluntad; 
- educación de la convivencia; 
- educación de la sensibilidad; 
- educación moral, religiosa.
Ninguna de estas dimensiones se educa aisladamente. La persona es una totalidad, todo está armónicamente interrelacionado. Así, aunque se incida en algún aspecto (en este caso la inteligencia), mejora el hombre entero. Educar es ayudar a crecer como persona, es personalizar.  APRENDER A PENSAR ES SER MÁS PERSONA.

MODALIDADES DEL PENSAR
Tenemos una idea, al menos aproximada, sobre la persona humana. Pero, ¿qué es pensar? 
El lenguaje corriente, expresión sabia del pensar humano, nos servirá para maniobrar: - “Piénsatelo bien” (reflexión).- “¿Qué piensas de este asunto?” (Comprensión, saber). - “He pensado en ti todo el día” (acordarse). - “Piensa qué vas a hacer” (análisis, decisión). - “Piensa cómo te las vas a arreglar” (solución problemas). - “No es correcto lo que piensas” (coherencia lógica).  - “Los filósofos piensan” (ideas, abstracción).  - “Habrá que pensar algo distinto” (creatividad). - “Piensa en el mañana” (previsión). - “¿En qué piensas?” (Imaginación). 
Estas frases, entre otras, denotan que el pensamiento es un proceso intelectual complejo, difícil de abarcar en una definición. Las modalidades del pensar son múltiples, variadas: comprender, reflexionar, recordar, abstraer, juzgar, analizar, sintetizar, solucionar problemas, razonar, imaginar, intuir, crear, etc. 
Hay, además, diversos estilos de pensar: analítico, intuitivo, especulativo, práctico, metafórico, etc. 
Entre una situación (real o imaginaria) y el hacer (o no hacer) hay una especie de intervalo o momento, que es el pensar. En términos generales, PENSAR ES SABER A QUÉ ATENERSE.
La calidad del actuar, y a la postre del ser personal, viene determinada, en buena medida, por la calidad de esos momentos mediadores que son el pensar. A veces más rápidos que el relámpago; otras, la mayoría, fruto de un metódico y laborioso cavilar  
MOTIVAR PARA PENSAR
Más que enseñar a pensar, la función de los padres ha de consistir en motivar a los hijos para que quieran pensar. Poner a su alcance las condiciones óptimas para que quieran ejercitar su inteligencia. ¿Cómo hacerlo? 
Para motivar con eficacia se ha de partir de las necesidades e intereses del adolescente, concretadas en cada hijo en particular: 
- DESEO DE INDEPENDENCIA; 
- DESEO DE SEGURIDAD;
- DESEO DE ÉXITO Y ACEPTACIÓN; 
- DESEO DE EXPERIENCIAS; 
- DESEO DE COLABORAR. 
La independencia es la meta natural de la personalidad en desarrollo. La independencia intelectual supone pensar por cuenta propia; va unida a la autonomía de la voluntad. Por consiguiente, habrá que, PROCURAR QUE TU HIJO PIENSE, QUIERA Y ACTUE POR CUENTA PROPIA. 
Los padres que dan seguridad a sus hijos (sin caer en la sobreprotección) les motivan para vuelos cada vez más elevados, arriesgados. Es desde una base segura (económica, afectiva, volitiva) como se emiten juicios, se aventuran hipótesis, se afrontan problemas, se buscan alternativas imaginativas. 
Una familia estable y armónica es el puerto natural idóneo donde el hijo, desde la confianza, puede ir ejercitándose en desarrollar las propias capacidades, ponerse a prueba. 
LA SEGURIDAD FAVORECE EL PENSAR
De otro lado, el éxito favorece la autoestima, aumenta la seguridad, predispone para otros intentos. Habrá que ayudar a los hijos a que se marquen objetivos posibles, adecuados a sus fuerzas, ni demasiado llanos, ni excesivamente difíciles. De modo análogo, la aceptación del hijo, concretada en detalles diarios, es un estímulo a su seguridad, a la construcción de la propia imagen. Se requiere, por tanto, 
PONER LOS MEDIOS PARA QUE EL HIJO TENGA ÉXITOS PERSONALES
Motivar a pensar es, también, canalizar positivamente la exigencia y necesidad de experiencias, según la edad y madurez. Es decir, ofrecer ocasiones para explorar, conocer, pensar, en formas social y moralmente positivas. Por ejemplo, mediante: 
- Buenos libros; 
- películas o vídeos formativos; 
- programas de televisión seleccionados; 
- deportes;
- visitas culturales; 
- fiestas y bailes (en casa, con amigos...). 
Es cuestión de imaginación, de aprovechar los recursos de cada momento y lugar, de aplicar ideas conjuntamente con otros padres en circunstancias similares. En cualquier caso.

OFRECER AL HIJO UN AMPLIO ABANICO DE EXPERIENCIAS POSITIVAS, DE CALIDAD.
Los jóvenes tienen una marcada preocupación social, son muy sensibles al mundo que les rodea. Tienen deseos de participar en actividades altruistas, de luchar por un mundo justo y solidario. Los padres pueden orientar ese deseo de colaboración y participación a través de clubes, asociaciones de defensa de los derechos humanos, etc. Los campos de trabajo, los campamentos, el empleo temporal en una empresa, son otras actividades que ayudan a madurar, a servir. 

PENSAR EN ACTIVIDADES SOLIDARIAS, AL SERVICIO DE LOS DEMÁS
 
12. OBJETIVOS DE PLANES DE ACCIÓN
1.      Hacer un auto examen de las ACTITUDES PATERNAS en relación al desarrollo de los hijos, a partir de las siguientes cuestiones:
       ¿Dedico tiempo suficiente y atención prioritaria a la educación de los hijos, a ayudarles a pensar?;
     ¿tengo la preocupación de formarme como padre y pongo los medios para ello? ¿Sigo un plan de lecturas, cursos de orientación, etc.?; 
       La verdad, el bien, la belleza: ¿son valores situados por encima de los intereses materiales?; 
      ¿muestro ante los hijos una conducta natural y espontánea, no exenta de lucha por mejorar?; 
         ¿escucho con frecuencia a cada hijo, en un diálogo abierto, confiado? ¿Me esfuerzo en comprender sus puntos de vista, sus problemas e inquietudes?; 
         ¿conozco las aptitudes, personalidad e intereses de cada hijo, y exijo a cada uno de modo independiente?; 
         ¿procuro conocer el estilo concreto de pensar de cada hijo?; 
        ¿procuro aceptar a los hijos tal como son, aunque procure que mejoren?; 

         ¿concentro la acción educativa en motivar, elogiar, sugerir, ayudar, en hacer pensar?; 
         ¿acepto favorablemente las iniciativas, las ideas nuevas, la colaboración de los hijos en las tareas y problemas familiares? 
2.      Elaborar algunos CRITERIOS DE OBSERVACION para conocer a cada hijo, en aspectos relacionados con la educación de la inteligencia 
Aspectos a observar en casa  
¿Acostumbra a argumentar sus opiniones? 
¿se esfuerza en los estudios por comprender, más que memorizar? 
¿Cuáles son sus planes, sus ilusiones, sus metas? 
¿Manifiesta una sana capacidad crítica frente a los medios de comunicación? 
¿Se muestra interesado en preguntar, saber, investigar, buscar información? 
  ¿Es original en sus planteamientos? 
¿Sigue un método de estudio? 
¿Suele reflexionar antes de decidir sobre sus asuntos personales? 
¿Qué actitud adopta frente a los problemas, dificultades, obstáculos? 
Los resultados de estas observaciones serán ocasión para conversaciones de los padres con el hijo, a fin de dar la ayuda necesaria. 

3.      Orientaciones concretas para MOTIVAR a pensar 

DESEOS BÁSICOS. CÓMO MOTIVAR INDEPENDENCIA
-Dejarle pensar y hacer las cosas por sí mismo. 
- Alentarle para que vaya resolviendo los problemas por su cuenta. 

-Transformar la exigencia en autoexigencia: «Puedes llegar a donde quieras». 
-Conceder zonas progresivas de autonomía (tiempo, lugar, actividades, etc.). 
SEGURIDAD 
- Tener confianza en los hijos, con detalles palpables: «Estoy seguro de que eres capaz de hacerlo». 
-Alabarle las cosas bien hechas. 
-Valorar el esfuerzo más que los resultados. Por ejemplo, al comentar las notas. 
- Ayudar a valorar los juicios y razonamientos de los hijos. Tener en cuenta sus opiniones y sugerencias. 
- Ayudarle a culminar con éxito metas concretas: en los estudios, en tareas que se le encomienda, en trabajos específicos. 

ÉXITO, ACEPTACIÓN 
-Hacerle experimentar la satisfacción del deber cumplido, el trabajo bien hecho: «Te felicito por lo que has hecho». 
-Proponer objetivos valiosos y asequibles; dar los medios necesarios. 
-Palabras de elogio, algún premio material: «Noto que cada día lo haces mejor». 
-Darles ocasiones variadas de éxito personal, que se luzcan. 
-Escuchar, comprender, disculpar, rectificar: «Si te puedo ayudar en algo... ». 
EXPERIENCIAS 
Adelantarse en las experiencias: « ¿Qué te parece si fuéramos a...?». 
Ofrecer variadas y valiosas experiencias: libros, deportes, salidas, etc. 
 Permitir ciertos tropiezos, fracasos o dudas: ayudar a construir desde mejores fundamentos. 

Establecer o promover contactos o tertulias con personas de gran calidad intelectual o moral. 

BIBLIOGRAFIA

Toni Jiménez Guerrero. Enseñar a pensar. www.edicionespalabra.es

LAS ACTITUDES

El desarrollo de la inteligencia depende:
- De las aptitudes personales;
- de los conocimientos y técnicas; 
- de las motivaciones; 
- de los proyectos;
- de las actitudes. 
Estas últimas vienen a ser unas disposiciones estables, de naturaleza mental y afectiva, que hacen afrontar la realidad de una manera positiva o negativa. Con actitudes positivas, los chicos se comen el mundo; con actitudes negativas, el pensar es cansino, el actuar mediocre. 
La familia, la escuela y el medio social son los tres marcos de referencia configuradores de las actitudes. El primero es, sin embargo, decisivo. Normalmente, las actitudes de los hijos son un reflejo de las de los padres. 
Veamos algunas actitudes, en relación al pensar:
ACTITUDES NEGATIVAS:
pasotismo, orgullo, inseguridad, subjetivismo.
ACTITUDES POSITIVAS:
compromiso, flexibilidad, confianza, objetividad. 
El pasotismo es desentenderse de todo, es apatía y automarginación. Se puede combatir con objetivos similares a éstos: 

Formular preguntas que hagan pensar que ejerciten la capacidad crítica;  

Ayudar a descubrir ideales nobles, valores verdaderos: la amistad desinteresada, la preocupación por los pobres, etc.;  
Poner al hijo pasota ante buenos ejemplos (padres, profesores, amigos);  
Aprovechar el tiempo libre con actividades interesantes, formativas;
Fomentar la lectura de grandes personajes: héroes, santos, investigadores, exploradores, etc.;  
Procurar que reciba una buena orientación profesional.  
La persona insegura tiene miedo a pensar, a confiar en su propio juicio, a cometer errores, al qué dirán. La inseguridad puede superarse:  Promoviendo la autoestima.  
La persona orgullosa casi siempre cree tener razón. Sus expresiones suelen ser categóricas, de todo o nada. Donde las cosas son probablemente ciertas, el orgulloso afirma su verdad dogmáticamente. Le cuesta rectificar, aceptar otros puntos de vista. Es autosuficiente. ¿Cómo se le puede ayudar? Señalamos algunas sugerencias: 
Intentar que respalde sus afirmaciones con argumentos: « ¿Qué pruebas tienes?»; 
Procurar que examine varias opciones y vea las más razonables;  
Si utiliza el «todo», «nunca», «nadie», hacerle reflexionar: « ¿Estás completamente seguro?». «¿Y en aquel otro caso?»  
La persona subjetiva tiende a pensar las cosas desde la atalaya de su propio yo. Es una actitud emparentada en línea directa con el orgullo. Procedimientos que pueden ayudar a cambiar positivamente esa actitud, son:
Hacerle ver otros puntos de vista o alternativas;  
Habituarle a atenerse a los hechos, a contrastar las ideas con la realidad concreta;
Apoyar las ideas que considera «claras» con argumentos sólidos, con buenas razones.  

ACTITUDES POSITIVAS

Para avanzar en el arte de pensar, se requieren, al menos, estas cuatro actitudes positivas: 
Autoexigencia-compromiso. La persona autoexigente piensa y actúa por cuenta propia, no entra en lamentaciones estériles, sino que se esfuerza por transformar y humanizar el entorno. Es comprensiva con los demás y exigente con ella misma. Se marca objetivos concretos de mejora personal, tiene metas, ideales. Se interesa por los problemas de los demás, tiene una actitud abierta, se «complica» la vida comprometiéndose en tareas de servicio. 
Confianza en sí mismo. La persona segura se da cuenta de lo que puede y no puede hacer, conoce sus posibilidades y límites. Desarrolla conductas autónomas, afronta las situaciones y problemas con ánimo resuelto. Tiene fe en su esfuerzo personal, se abre a la comunicación con los demás. Es emprendedora, creativa, pone a prueba su; capacidades y habilidades. 
Flexibilidad intelectual. La persona flexible, receptiva, tiende a ser objetiva, sabe que no lo sabe todo, está abierta a razones, a nuevas verdades, a nuevas posibilidades. Sabe escuchar y comprender otros puntos de vista. No suele ser categórica en sus afirmaciones, matiza el alcance de sus propuestas. Fácilmente está presta a rectificar, si le hacen ver que está equivocada. Inicia procesos de colaboración, cooperación, quiere aprender a aprender.
Objetividad. Es la actitud de reconocer las cosas tal como son, sin componendas interesadas. Va unida a la humildad intelectual. No es lo mismo forzar las cosas ajustándolas a nuestros esquemas previos, que esforzarse en conocer la realidad en su puridad. La persona objetiva se abre al mundo circundante, el visible y el invisible, ensancha su interés por captar el ser íntimo de las cosas.

ACTITUD
La actitud es uno de los factores personales que influyen en el aprendizaje de una lengua. Consiste en la disposición psicológica del aprendiente ante los procesos de enseñanza-aprendizaje; afecta a muy diversos aspectos de estos procesos y experimenta variaciones a lo largo de su desarrollo. Otros factores personales estudiados en las investigaciones sobre aprendizaje de lenguas son la aptitud, la edad, el estilo cognitivo y la motivación. Mediante el uso de diversas técnicas es posible poner de manifiesto cuáles son las actitudes de los alumnos en un determinado momento; entre esas técnicas es frecuente el uso de cuestionarios, entrevistas personales y diarios de aprendizaje.

Aunque los factores personales resultan metodológicamente difíciles de medir, la investigación en adquisición de segundas lenguas ha intentado comprobar la correlación existente entre el desarrollo de actitudes positivas hacia los hablantes de la lengua meta por parte de los alumnos y su adquisición de la lengua. Según estos estudios, hay que tener en cuenta, entre otros factores, la influencia que sobre el alumno ejercen su entorno social y familiar, su origen étnico, su propia comunidad de habla, su lengua primera, el aula, y el contexto de aprendizaje.
En el ámbito de la enseñanza, la actitud del alumno ha sido siempre valorada como una condición importante para el aprendizaje. Un conjunto de enfoques (el humanístico, el comunicativo, el integral y el enfoque centrado en el alumno), sostiene la necesidad de integrar la variable afectiva, junto con la cognitiva, en el proceso de aprendizaje; para ello se propone la ejecución de actividades que contribuyan al desarrollo de actitudes positivas. Tales actividades se llevan a cabo en el marco de una interacción real y una comunicación significativa entre los alumnos, cuidando al mismo tiempo de mejorar la autoimagen, aumentar la confianza en sí mismo y promover el mutuo reconocimiento de la personalidad.
Por otro lado, los enfoques culturales han estudiado cómo el desarrollo de actitudes positivas hacia los hablantes de otras lenguas se ve favorecido por el conocimiento del entorno cultural. Desde estos enfoques se aboga por la inclusión de la interculturalidad, la competencia pluricultural y el plurilingüismo en el currículum, y se considera que ello permitirá desarrollar en los aprendientes una actitud crítica hacia la propia cultura, condición favorable a la ejercitación de la competencia intercultural en situaciones de comunicación intercultural.
En las prácticas del aula se puede contribuir de diversas maneras al desarrollo de actitudes positivas: por ejemplo, llevando a cabo un análisis de las necesidades de los alumnos y proponiéndoles la fijación de sus propios objetivos de aprendizaje; potenciando la dinámica de grupo y el aprendizaje en cooperación; utilizando materiales didácticos auténticos; integrando los conocimientos previos; primando la autonomía en el aprendizaje, etc.
Bibliografía básica
1.Arnold, J. (1999). La dimensión afectiva en el aprendizaje de idiomas. Madrid: Cambridge University Press; Colección Cambridge de didáctica de lenguas, 2000.

1.Williams, M. y Burden R. L. (1997). Psicología para profesores de idiomas. Enfoque del constructivismo social. Madrid: Cambridge University Press; Colección Cambridge de didáctica de lenguas, 1999.
Bibliografía especializada
1.Byram, M. y Fleming, M. (1998). Perspectivas interculturales en el aprendizaje de idiomas. Enfoques a través del teatro y la etnografía. Madrid: Cambridge University Press; Colección Cambridge de didáctica de lenguas, 2001.
2.Larsen-Freeman, D. y Michael H. L. (1992). Introducción al estudio de la adquisición de segundas lenguas. Madrid: Gredos, 1994.
Centro Virtual Cervantes © Instituto Cervantes, 1997-2010. Reservados todos los derechos.

ACTITUD POSITIVA

Es la forma de actuar de cada persona, el comportamiento que emplea un individuo para hacer las cosas.
En este sentido, puede considerarse la actitud como cierta forma de motivación social -de carácter, por tanto, secundario, frente a la motivación biológica, de tipo primario- que impulsa y orienta la acción hacia determinados objetivos y metas. Eiser[1] define la actitud de la siguiente forma: predisposición aprendida a responder de un modo consistente a un objeto social.
En la Psicología Social, las actitudes constituyen valiosos elementos para la predicción de conductas.[2] Para el mismo autor, la actitud se refiere a un sentimiento a favor o en contra de un objeto social, el cual puede ser una persona, un hecho social, o cualquier producto de la actividad humana.

Basándose en diversas definiciones de actitudes, Rodríguez[2] definió la actitud como una organización duradera de creencias y cogniciones en general, dotada de una carga afectiva a favor o en contra de un objeto definido, que predispone a una acción coherente con las cogniciones y afectos relativos a dicho objeto. Las actitudes son consideradas variables intercurrentes, al no ser observables directamente pero sujetas a inferencias observables.

Otras definiciones
Además de las definiciones mencionadas, podemos agregar las siguientes:
F. H. Allport: “Una actitud es una disposición mental y neurológica, que se organiza a partir de la experiencia que ejerce una influencia directriz o dinámica sobre las reacciones del individuo respecto de todos los objetos y a todas las situaciones que les corresponden”.
R. H. Fazio & D. R. Roskos-Ewoldsen: “Las actitudes son asociaciones entre objetos actitudinales (prácticamente cualquier aspecto del mundo social) y las evaluaciones de esos objetos”.
C. M. Judd: “Las actitudes son evaluaciones duraderas de diversos aspectos del mundo social, evaluaciones que se almacenan en la memoria”.
Kimball Young: “Se puede definir una actitud como la tendencia o predisposición aprendida, más o menos generalizada y de tono afectivo, a responder de un modo bastante persistente y característico, por lo común positiva o negativamente (a favor o en contra), con referencia a una situación, idea, valor, objeto o clase de objetos materiales, o a una persona o grupo de personas”.
R.Jeffress: "La actitud es nuestra respuesta emocional y mental a las circustancias de la vida".
Componentes de la actitud
• Componente cognoscitivo: para que exista una actitud, es necesario que exista también una representación cognoscitiva del objeto. Está formada por las percepciones y creencias hacia un objeto, así como por la información que tenemos sobre un objeto. En este caso se habla de modelos actitudinales de expectativa por valor, sobre todo en referencia a los estudios de Fishbein y Ajzen. Los objetos no conocidos o sobre los que no se posee información no pueden generar actitudes. La representación cognoscitiva puede ser vaga o errónea, en el primer caso el afecto relacionado con el objeto tenderá a ser poco intenso; cuando sea errónea no afectará para nada a la intensidad del afecto.
• Componente afectivo: es el sentimiento en favor o en contra de un objeto social. Es el componente más característico de las actitudes. Aquí radica la diferencia principal con las creencias y las opiniones - que se caracterizan por su componente cognoscitivo -.

• Componente conductual: es la tendencia a reaccionar hacia los objetos de una determinada manera. Es el componente activo de la actitud. Sobre este componente y la relación entre actitud-conducta, y las variables que están interviniendo, girará nuestra investigación.
Para explicar la relación entre actitud y conducta, Fishbein y Ajzen, (1980, citado en Rodríguez[2] ) han desarrollado una teoría general del comportamiento, que integra un grupo de variables que se encuentran relacionadas con la toma de decisiones a nivel conductual, ha sido llamada Teoría de la acción razonada.
La psicología social distingue un estudio de la estructura intra- aptitudinal de la actitud, para identificar la estructura interna, de un estudio de la estructura inter-aptitudinal, para buscar diferencias y similitudes entre mapas donde confluyen más actitudes.
Las funciones de las actitudes
En los procesos cognitivos, emotivos, conductuales y sociales, son múltiples. La principal función resulta ser la cognoscitiva. Las actitudes están en la base de los procesos cognitivos-emotivos prepuestos al conocimiento y a la orientación en el ambiente. Las actitudes pueden tener funciones instrumentales, expresivas, de adaptación social (como en los estudios de Sherif sobre la actitud en relación al ingroup, el propio grupo de referencia y el outgroup, el grupo externo), ego defensivo (un ejemplo clásico es el estudio sobre la personalidad autoritaria de Adorno en los años 50).
Este concepto resulta central en toda la psicología social porque tiene una aplicación en muchos campos distintos:
Frente a objetos o conductas especificas con finalidad predictiva de la conducta, en los estudios de mercado.
Grupos o minorías étnicas, mediante el estudio de los prejuicios y de los estereotipos.
Fines y objetivos abstractos, donde este tipo de actitud está definido como valor personal.
La actitud en relación a sí mismo, definida como autoestima.
Actitud y sociología
El concepto de actitud, como una tendencia a responder de igual manera en iguales circunstancias, no sólo es de interés en Psicología Social sino también en Sociología.
Desde el punto de vista afectivo, es posible encontrar algunas actitudes básicas en el hombre, que servirán para describir su comportamiento social.

Baruch de Spinoza, en su “Ética” describe al amor como la tendencia a compartir penas y alegrías de nuestros semejantes, mientras que al odio lo describe como la tendencia a alegrarnos del sufrimiento ajeno y a entristecernos por su alegría.
Si a éstas actitudes les agregamos el egoísmo, como tendencia a interesarnos sólo por cada uno de nosotros mismos y a la negligencia como tendencia a desinteresarnos por todos, tenemos prácticamente cubierta la totalidad de las actitudes afectivas posibles.
Podemos decir que todo ser humano posee, en distintas proporciones, algo de amor, algo de odio, de egoísmo y de negligencia, preponderando una de ellas en cada caso.
Es posible hablar de una “actitud característica” en cada persona, por lo que habrá tantas actitudes distintas como personas existan en el mundo. Dicha actitud, precisamente, caracteriza a cada ser humano y no es algo fijo o permanente, sino que puede cambiar debido a la educación o bien a la influencia recibida desde el medio social.
en Tanto Psicología Social como en Sociología se buscan variables observables y cuantificables que sirvan de soporte a descripciones que puedan encuadrarse en el marco de la ciencia experimental, de ahí que es posible definir a la actitud característica como el cociente entre respuesta y estímulo: A = R/E
Así, la actitud del amor implica compartir penas y alegrías (que habría de ser la respuesta), mientras que el estímulo serían las penas y alegrías originales que luego habríamos de compartir.
Si asociamos el bien al amor, mientras que al odio, al egoísmo y la negligencia les asociamos el mal, disponemos de una ética elemental que podrá incluirse en una descripción compatible con el método de la ciencia.
Bibliografía
Rodríguez[2] distingue tres componentes de las actitudes:
Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Actitud. Wikiquote
“Ética demostrada según el orden geométrico” de Baruch de Spinoza – Fondo de Cultura Económica – ISBN 968-16-0497-0
“Psicología Social” de R. Baron y D. Byrne – Editorial Prentice Hall – ISBN 0-205-18944-X
“Psicología Social” Tomo I – Plaza & Janes Editores SA – ISBN 84-01-61264-0
“Psicología de las Actitudes” de K. Young, J.C. Flügel y otros – Editorial Paidós SA

Referencias
1.↑ Eiser, J.R. (1989). Psicología Social. Madrid: Pirámide. ISBN.
2.↑ a b c d Rodríguez, A. (1991). Psicología Social. México: Trillas. ISBN.

UNA LISTA DE ACTITUDES POSITIVAS

A continuación encontraras un listado de actitudes positivas que te ayudaran a reforzar tu autoestima, ya que verdaderamente necesitamos de capacidad o de oportunidades recursos para influir positivamente en nuestra propia vida.

Tener fe: En Dios, en ti mismo.

Programarte: A tener metas y objetivos Reales y concretos.

Amarte: Aceptándote tus fortalezas y debilidades.

Reconocerte : Como Verdadero hijo espiritual de Dios y como ser único e irrepetible.

Confiar y Apreciar: Aquellos que te valoran y apoyan.

Estimularte: Permanentemente en tus actuaciones.

Respeto: Por ti mismo y por los demás.

Ser flexible: En las discusiones y aceptar opiniones.

Ser expresivo y curioso: Viviendo a plenitud cada instante.

Ser sensitivo: Identificándote y comprendiendo los sentimientos, y aportando soluciones a los problemas de tu entorno.

Cinco reglas prácticas, a partir de las ideas de Csikszentmihalyi: 1.CONOCER NUESTROS OBJETIVOS

a)En primer lugar se trata de ponerse metas asequibles y aumentar progresivamente nuestros desafíos, porque "los desafíos de la actividad son los que nos fuerzan a concentrarnos" y la concentración es importante para el disfrute. Una personalidad autotélica será capaz de establecerse sus propias metas, intentando evitar más influencia externa de la deseada (debido a necesidades biológicas, convenciones sociales...).
Tener claras nuestras metas y nuestros deseos es fundamental para disfrutar de la vida, pues "quien sabe cuáles son sus deseos y trabaja con el propósito de lograrlos es una persona cuyos sentimientos, pensamientos y acciones son congruentes entre sí y, por lo tanto, es una persona que ha logrado la armonía interior".
Lógicamente las metas deben elegirse cuidadosamente evitando que exista contradicción entre ellas, de forma que entre ellas uno mismo construya su propio "proyecto" de vida, con el significado que han usado diversos filósofos y escritores como el francés Jean-Paul Sartre (1905-1980). El escritor brasileño Paulo Coelho, en su novela "El Alquimista" (1988), lo llama la "Leyenda Personal" y de ahí extraemos la siguiente cita: "Todas las personas, al comienzo de su juventud, saben cuál es su Leyenda Personal. En ese momento de la vida todo se ve claro, todo es posible, y ellas no tienen miedo de soñar y desear todo aquello que les gustaría hacer en sus vidas. No obstante, a medida que el tiempo va pasando, una misteriosa fuerza trata de convencerlas de que es imposible realizar la Leyenda Personal. (...) El Amor nunca impide a un hombre seguir su Leyenda Personal. (...) Desgraciadamente, pocos siguen el camino que les ha sido trazado, y que es el camino de la Leyenda Personal y de la felicidad. Consideran el mundo como algo amenazador y, justamente por eso, el mundo se convierte en algo amenazador".

Observar y medir nuestro progreso es importante porque nos indica si debemos seguir con nuestros planes o modificarlos.

Que la vida no sea sólo el conjunto de cosas que nos pasan, sino también un conjunto de cosas que queremos que nos pasen.
a)Contra el Fracaso, la Perseverancia
Por supuesto, es necesario querer y estar dispuesto a "perseverar a pesar de los obstáculos" y tener claro que "el disfrute no depende de lo que usted hace, sino de cómo lo hace", porque la forma de hacer algo puede mantenernos concentrados disfrutando o mantenernos aburridos o desesperados.
Uno debe concentrarse en la actividad que esté realizando, ya sea estudiar, asistir a clase o fregar los platos. Ciertamente, puede resultar difícil mantener la concentración en una actividad concreta durante todo el tiempo, pero eso es muy importante, como ejercicio, para poder disfrutar con tal actividad. Por supuesto, la concentración es más valiosa e importante en unas actividades que en otras. Por desgracia, el éxito de la televisión es que podemos verla sin necesidad de excesiva concentración debido a programas basura, contenidos absurdos y argumentos simplistas. Otras veces, la concentración es desviada por cierta obsesión con la imagen que transmitimos a los demás.
b)¡Los Contratiempos son Desafíos!
Transformar la adversidad en un desafío que pueda proporcionarnos disfrute. Csikszentmihalyi ve esta característica como la virtud "más útil, más necesaria para la supervivencia y con más probabilidades de mejorar la calidad de vida". De ahí que muchos parapléjicos o ciegos por accidente mencionen su accidente como una experiencia positiva, pues les brindó la oportunidad de enfrentarse a desafíos importantes, mientras que en sus vidas anteriores los desafíos eran escasos y simples para sus habilidades. Por supuesto, todos podemos encontrar desafíos interesantes, sin necesidad de accidentes. Hay que buscarlos.
c) Somos Parte de un Mundo que NO nos Pertenece
Existen cualidades muy importantes que deben practicarse, como son la autoconfianza sin egoísmo y la humildad, porque los que consiguen ese disfrute en sus desafíos no destinan sus energías "a dominar su entorno, sino a encontrar una manera armoniosa de funcionar dentro de él".
Esto nos lleva a la conclusión de que es mejor no buscar los propios intereses exclusivamente sino estar dispuesto a implicarse en el sistema y pensar en el sistema global. Esta visión global es especialmente importante para políticos y directivos de empresas, pero también para todos, pues nuestros actos influyen en la sociedad.
Esto no es un modo de pensar, sino una filosofía de vida, de forma similar a como muchas culturas han visto su relación con el entorno y la Naturaleza. Por ejemplo, muchas tribus de indios americanos sabían respetar su entorno y tomar de él sólo aquello que estrictamente les era necesario. Al llegar los ingleses, sus abusos (caza indiscriminada de bisontes y otras especies, tala de árboles, apropiación de tierras...) pusieron en peligro su existencia y llevaron a muchas de estas tribus a su total extinción.
Por tanto, ese "sistema global" debe incluir también las situaciones sociales, políticas, económicas, medio ambientales... de forma que se piensen las consecuencias globales de nuestros actos.
a)Contra los Obstáculos, Soluciones Alternativas
No frustrarse ante el fracaso o la adversidad. Ante esto, es frecuente centrar la atención en los obstáculos que impiden nuestras metas. Es indudablemente mejor tener amplitud de miras para descubrir soluciones alternativas que, aunque sean peores de lo que uno quisiera, seguro que son mejores que hundirse bajo esos obstáculos. Con el tiempo, es muy probable descubrir que tales obstáculos no eran tan grandes.
Hay que tener amplitud de miras para descubrir nuevas soluciones y amplitud de miras para dar al problema la importancia relativa que tenga.
ANALISIS:
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, a partir de ahora cada contratiempo será una oportunidad maravillosa para convertirlo en un desafío para el que buscar soluciones y las mejores actitudes en alternativas al enfado y la frustración.
Quizás lo más interesante es aplicarlo en el trabajo diario para conseguir hacer de él una experiencia autotélica gratificante, que cualquier trabajo ofrece, aunque a primera vista uno no pueda comprenderlo. Se trata de cambiar nuestra forma de ver el trabajo, de ver los desafíos que nos ofrece cada día, de ver claramente nuestras metas de las actitudes que tomamos cada día y de la responsabilidad que se tome ante tales actitudes y de sus consecuencias y también de poder evaluar los resultados (retroalimentación). Por supuesto, hay trabajos más propicios para eso, y por ello, no sólo es importante cambiar nuestra forma de ver el trabajo sino también puede ayudar cambiar el trabajo en sí mismo para que cumpla esas características.

BIBLIOGRAFÍA
Paulo Coelho. "El Alquimista", 1988.
Mihaly Csikszentmihalyi. "Flow: The Psychology of Optimal Experience" ("Fluir (Flow): Una Psicología de la Felicidad"), 1990.
M.J. Elias, S.E. Tobias, B.S. Friedlander. "Emotionally Intelligent Parenting" ("Educar con Inteligencia Emocional"), 1999.
Daniel Goleman. "Emotional Intelligence" ("Inteligencia Emocional"), 1995.
Enrique Rojas Montes. "El hombre light", 1992.

Jean-Paul Sartre. "Beeing and Nothingness" ("El Ser y la Nada"), 1956.
J. Galindo. "Los Exámenes: El Éxito Garantizado".
J. Galindo. "Salvemos Nuestro Planeta". Editorial Lulu.com, 2008.
"Inteligencia Emocional. La Inteligencia del Nuevo Milenio".
"Inteligencia Emocional: Sensatez y Sentimientos".
"Calidad de Vida".
Ludovico Geymonat. "Historia de la Filosofía y de la Ciencia. 2ª Edición en español, 2006.
Resúmenes de libros para un Mundo Mejor.
La Cadena Verde, para una vida Lógica y Ecológica.

jueves, 6 de mayo de 2010

La Experiencia Autotélica: Psicología de la Felicidad

Sobre la felicidad, nos parece importante añadir lo que dice el catedrático de psiquiatría granadino, Enrique Rojas Montes, en "El hombre light" (1992): "La felicidad es la máxima aspiración del hombre, hacia la que apuntan todos los vectores de su conducta, pero si queremos conseguirla, debemos buscarla. Además, la felicidad no supone un hallazgo al final de la existencia, sino a través de su recorrido".
También el filósofo estoico frigio Epicteto (50-130 d.C.) decía que "No depende de nosotros el ser ricos, pero sí el ser felices. Además, las riquezas no son siempre un bien, porque suelen ser poco duraderas. En cambio, la felicidad que proviene de la sabiduría perdura siempre".
Otra máxima importante es la definición dada por el dramaturgo español Antonio Gala (1937-): "La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante".
Un estudio muy actual, completo y práctico lo podemos encontrar en la obra "Fluir (Flow): Una Psicología de la Felicidad", donde el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi estudia el estado que denomina de "flujo" (flow). En síntesis, el flujo es un estado de felicidad cuando realizamos alguna tarea, de forma que podemos mantener una concentración especial disfrutando de la tarea que realizamos, teniendo total orden en lo que llama "energía psíquica" y controlando la situación. Es una experiencia "autotélica" (del griego auto, en sí mismo, y telos, finalidad), por cuanto la finalidad de la misma es ella misma. O sea, el disfrute se obtiene al realizar la tarea y no sólo al conseguir terminarla. Es algo similar a lo que suponemos que pasará a un pintor cuando pinta o a un músico cuando ejerce su actividad.
En cierta forma muchas de nuestras experiencias diarias (esperar, andar, estudiar...) pueden acercarse a una experiencia autotélica, aunque, naturalmente a veces no es fácil, pero sólo intentarlo puede mejorar en mucho dicha experiencia. Es, en suma, un estilo de vida. Algo nada novedoso, pues hace más de 2.300 años en las escrituras del erudito taoísta chino Chuang Tzu (c.369-c.286 a.C.) aparece el concepto de yu, una forma de seguir el camino (Tao), sin preocuparse por las gratificaciones externas.
En conformidad con lo que decía el emperador Marco Aurelio, Csikszentmihalyi afirma que "una persona puede hacerse a sí misma feliz o miserable independientemente de lo que esté realmente sucediendo «fuera», tan solo cambiando los contenidos de su conciencia. Todos conocemos individuos que pueden transformar situaciones desesperadas en desafíos que superar, simplemente por la fuerza de su personalidad. Esta capacidad de perseverar a pesar de los obstáculos y retrocesos es la cualidad que la gente más admira en los demás y con justicia, porque es probablemente el rasgo más importante, no sólo para tener éxito en la vida, sino también para disfrutarla".
ANALISIS:
La aplicación de todo esto no es algo que se hace una vez en la vida y nos olvidamos del tema, sino que es un continuo reto. Con un poco de práctica e interés no es excesivamente difícil conseguir un estilo de vida más sano emocionalmente y que nos llevará a mayores éxitos personales e incluso profesionales.
BIBLIOGRAFIA:
los psicólogos estadounidenses Elias, Tobias y Friedlander:
 catedrático de psiquiatría granadino, Enrique Rojas Montes, en "El hombre light" (1992).

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Que, resumiendo, la define como la "capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y, por último --pero no, por ello menos importante--, la capacidad de empatizar y confiar en los demás". La empatía, según la Real Academia Española es la "participación afectiva, y por lo común emotiva, de un sujeto en una realidad ajena." En general se entiende que esa "realidad ajena" son los sentimientos de las demás personas.

La actitud de saber "diferir las gratificaciones" ha demostrado ser también muy importante, pues invoca la capacidad de saber que para conseguir ciertos éxitos hay que saber esperar y trabajar por ellos. Es un error buscar sólo las gratificaciones inmediatas o a corto plazo. En varios experimentos efectuados sobre niños se ha demostrado que aquellos con mayor capacidad para diferir las gratificaciones conseguían mayores éxitos en sus vidas adultas, mientras que el otro grupo era más propenso a tener una vida desordenada (delincuencia, drogas, insatisfacción...).

Goleman alude a la educación como algo fundamental en la formación de la inteligencia emocional indicando que "si nos tomamos la molestia de educarles, nuestros hijos pueden aprender a desarrollar habilidades emocionales fundamentales". De hecho, cada vez es más frecuente encontrar colegios que impartan clases de control emocional a sus alumnos, aunque por desgracia, esto es aún demasiado extraño.
Como se demuestra en ese libro ya nadie duda de los efectos positivos del optimismo y el buen humor sobre la salud en general y sobre nuestra felicidad. Hablaremos más adelante algo más sobre la felicidad.
ANALISIS:
Que nuestros estados de ánimo difieren en nuestras tomas de decisiones ya sean estas positivas o negativas, las actitudes deben de ser gratificantes a nuestras actitudes de saber que las cosas que a veces se realizan la gratificación vendrá a veces a largo plazo no siempre será a plazo corto en todo esto el optimismo con el que el estudiante o las personas realicen una actividad tiene mucho que ver dentro de las actividades que se realicen a lo largo de nuestra vida de esta forma tomemos en cuenta el optimismo como parte de nuestra vida cotidiana a pesar de los obstáculos emocionales, profesionales, personales que siempre de una oo de otra forma están a nuestro lado en nuestra vida cotidiana.
1.INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS
Los principios de la "Inteligencia Emocional" pueden sintetizarse en los siguientes cinco puntos, dados por los psicólogos estadounidenses Elias, Tobias y Friedlander:
1.Sea consciente de sus propios sentimientos y de los sentimientos de los demás.
2.Muestre empatía y comprenda los puntos de vista de los demás.
3.Haga frente de forma positiva a los impulsos emocionales y de conducta y regúlelos.
4.Plantéese objetivo positivo y trace planes para alcanzarlos.
5.Utilice las dotes sociales positivas a la hora de relacionarse.
El primer punto es quizás el más importante. Se basa en ser consciente de lo que sentimos y de buscar el porqué de ese sentimiento. De hecho, como dicen esos autores, "muchos niños que tienen problemas de conducta también los tienen a la hora de calificar adecuadamente sus sentimientos: Confunden enfadado con furioso, irritado con triste, orgulloso con satisfecho, y muchos otros". Aunque su enfoque es la infancia, el mensaje se puede extrapolar a cualquier edad.
Estos autores proponen un método para la resolución de problemas basándose en la Inteligencia Emocional. Su método, lógicamente, no es infalible, pero ayuda a plantearnos el problema de forma consciente y seria y quizás lo más importante es que nos prepara para abordar su solución, evitando caer en la apatía de pensar que su solución es inabarcable.
Este método, llamado STOPP SPA por las siglas de los 8 pasos que lo componen, puede aplicarse a todos los problemas de la vida, sus contratiempos, nuestras inquietudes y nuestras preocupaciones. También puede verse como un método para la consecución de todo tipo de objetivos en la vida. A continuación exponemos los 8 pasos de STOPP SPA, junto con una serie de preguntas que ayudan a aplicarlos:
1.Los Sentimientos me estimulan a actuar con la debida reflexión: Es importante conocer y pensar en nuestros sentimientos, para reconocer el problema realmente. Esos sentimientos no deben ser el final del proceso del problema, sino el principio para detectar la existencia del problema y empezar a pensar en su planteamiento para su resolución. Preguntas: ¿Cómo te sientes? ¿Qué sentimientos experimentas? ¿Cómo crees que se siente el otro o los otros afectados?
2.Tengo un problema: Admitir que el problema existe, independientemente de quien sea el culpable. Si el problema existe, seguro que hay algo que puede hacerse para resolverlo o mitigar sus efectos negativos. No ayuda a su resolución ignorar el problema o centrarnos en los sentimientos negativos hacia el problema o hacia el culpable. Preguntas: ¿Qué pasó exactamente? ¿Qué pasó antes? ¿y después? ¿Qué hiciste? ¿Cuál es el origen del problema?
3.Mis Objetivos me proporcionan una guía: Plantearse los objetivos es algo de vital importancia (insistiremos en esto más adelante). Consiste en conocer clara y explícitamente qué es lo que queremos. Los objetivos deben ser razonables y debemos tener paciencia para conseguirlos (recuerde lo de "diferir las gratificaciones"). No podrán conseguirse todos ellos rápidamente. En este punto, hacer una lista por escrito de nuestros objetivos resulta de gran ayuda. Preguntas: ¿Qué te habría gustado que sucediera? ¿Qué te gustaría que sucediera ahora? ¿Cuáles son tus objetivos?
4.Pienso en qué cosas puedo hacer: Buscar todas las posibles acciones que puedan servir para conseguir los objetivos. Cuantas más soluciones potenciales se tengan, mejor, pues como dicen ellos mismos "la vida es compleja, y rara vez existe una respuesta clara y concisa a un problema determinado". Preguntas: ¿Qué has pensado que puedes hacer? ¿Puedes hacer más cosas?

1.Preveo el resultado: Este punto puede hacerse a la vez que el anterior. Para cada acción debe pensarse también sus consecuencias, para así estar en mejor disposición de ejecutar el punto siguiente. Preguntas: ¿Intenta ver qué pasaría si haces lo que has pensado? ¿Qué podría pasar? ¿Qué podrían hacer los demás involucrados?
2.Selecciono la mejor opción. Preguntas: De las acciones pensadas, ¿Cuál es la mejor para aplicarla primero? ¿Cuál crees que te llevará a conseguir el objetivo deseado?
3.Planeo cómo proceder, me anticipo a los escollos, practico y persevero: Una vez determinadas las acciones a efectuar, conviene planificarlas, ensayarlas (si procede), pensar como solucionar posibles errores que puedan ocurrir y, ante todo no rendirse si las cosas no salen como nos gustaría. Preguntas: ¿Cómo vas a ejecutar la acción elegida? ¿Que harás si las cosas no salen como tú esperas? ¿Qué posibles inconvenientes o trabas puedes encontrar?
4.Advierto qué ha sucedido, y ahora ¿qué?: Este último punto es el que evalúa los resultados de nuestro plan. Nada garantiza su éxito, pero del fracaso deben obtenerse conclusiones interesantes, para volver a empezar un nuevo STOPP SPA.
Otro aspecto a favor del plan STOPP SPA, es que nos obliga a detenernos a pensar un problema, evitando que nos dejemos llevar por la presión del momento (ira, incertidumbre, nerviosismo, frustración, miedo...).

ANALISIS:
Según los diferentes autores se basan en lo que es la inteligencia emocional según esto implica el estado de ánimo en el que se encuentren los individuos al momento de llevar a cabo las actitudes ya sean positivas o negativas dentro de las mismas se busca la manera de cómo ayudar al individuo a buscar la forma de cómo encontrar o de ayudarse a la solución de sus problemas en los diferentes campos de su vida a cómo resolver los problemas que a cada día se le presentan en los diferentes campos de su diario vivir.
BIBLIOGRAFIA:
 los psicólogos estadounidenses Elias, Tobias y Friedlander.

Actitud ante la Vida: La Importancia del Optimismo.

“Partiendo de la base de que uno de los objetivos básicos de todo ser humano debería ser "construir una vida con sentido y que le permita gozar de ella", el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi (pronúnciese Cis-zen-mijáli) ha señalado que "uno de los instrumentos más importantes en esta búsqueda lo ofrece la psicología". Muchos psicólogos y filósofos han estudiado ese problema desde los tiempos más arcaicos. Recientemente, el psicólogo Daniel Goleman ha recogido muchos de esos estudios y les ha dado un empuje global muy interesante. Su libro "Inteligencia Emocional" (1995), aparte del éxito de ventas, se ha convertido en una magnífica guía para conseguir éxito en la vida, en el sentido de felicidad, no de éxito económico, aunque sus propuestas han sido utilizadas también por empresas.
La importancia del optimismo ha sido demostrada, por ejemplo, a partir de pruebas efectuadas por el psicólogo C.R. Snyder de la Universidad de Kansas, entre alumnos universitarios de Estados Unidos. En ese estudio se concluyó que el rendimiento académico universitario de un alumno depende más de la actitud de éste que de su Coeficiente Intelectual (C.I.). Así, vieron que unos buenos resultados académicos eran obtenidos más por alumnos con una actitud positiva y optimista (evaluados a través de test especiales) que por alumnos con una buena nota en el S.A.T., un test con una elevada correlación con el Coeficiente Intelectual. El S.A.T. (Scholastic Aptitude Test) es el examen de aptitud escolar que realizan los estudiantes estadounidenses que acceden a la Universidad (el equivalente a la prueba de Selectividad en España).
Según Snyder, "los estudiantes con un alto nivel de expectativas se proponen objetivos elevados y saben lo que deben hacer para alcanzarlos. El único factor responsable del distinto rendimiento académico de estudiantes con similar aptitud intelectual parece ser su nivel de expectativas".
Goleman añade que el optimismo y la esperanza impiden caer en la apatía, la desesperación o la depresión frente a las adversidades. Los pesimistas consideran que los contratiempos constituyen algo irremediable y reaccionan ante la adversidad asumiendo que no hay nada que ellos puedan hacer para que las cosas salgan mejor y, por tanto, no hacen nada para cambiar el problema. Los pesimistas y pusilánimes deberían tener en cuenta que esa actitud no es algo con o que se nace y por lo que no se puede hacer nada, sino que es una actitud que podemos cambiar a cualquier edad. Uno mismo es responsable de sus propias actitudes y, aunque puede no ser fácil, pueden cambiarse y uno debe estar siempre dispuesto a mejorarse a sí mismo.
Goleman lo sintetiza de la siguiente forma: "Es la combinación entre talento razonable y la capacidad de perseverar ante el fracaso lo que conduce al éxito". Esta última actitud es básica en lo que llama.
ANALISIS:
Según el autor de este tema es importante la toma de decisiones en la vida personal pero también lo es en la vida profesional según Snyder es más probable que rinda alguien con expectativas positivas o sea es quien más quiere y tiene el deseo de superación que la persona que puede o sea puede querer y no poder o tener pocas oportunidades de hacerlo y el individuo que puede hacerlo y cuenta con los medios puede que no quiera, y de esa manera tendrá pocas oportunidades de realizarse dentro de los diferentes campos de la vida personal, profesional, social, etc.
BIBLIOGRAFIA:
psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi (pronúnciese Cis-zen-mijáli)
psicólogo Daniel Goleman Su libro "Inteligencia Emocional" (1995),

ACTITUD POSITIVA ANTE LA VIDA Y SU INFLUENCIA EN EL ÉXITO Y LA FELICIDAD.

A los optimistas, por su buen ejemplo.

1.Introducción

“La vida es el conjunto de cosas que nos pasan. Así expresado puede dar la sensación de que podemos ejercer poco control sobre esas cosas y sin embargo ese control puede ser extremadamente grande, pues podemos en gran parte elegir nuestro destino cada instante de nuestra vida. Ahora, puede el lector elegir entre seguir leyendo o no, entre hacer una cosa u otra. La vida está llena de decisiones.
Pero además de controlar esas múltiples decisiones, también podemos modificar nuestra percepción de esas "cosas que nos pasan". Decía el filósofo estoico que llegó a ser emperador romano Marco Aurelio (121-180), en su obra "Pensamientos", que "si te sientes dolido por las cosas externas, no son éstas las que te molestan, sino tu propio juicio acerca de ellas. Y está en tu poder el cambiar este juicio ahora mismo".
Por tanto, podemos modificar la primera frase para adaptarla más a la realidad: la vida es nuestro personal sentimiento de las cosas que nos pasan, estando éstas supeditadas a nuestras actitudes y decisiones. Esas actitudes, esas decisiones y esos sentimientos hacia las cosas que nos pasan forjarán nuestro éxito en la vida Pero este éxito no sólo es medido desde el punto de vista social o profesional, sino también y principalmente desde el punto de vista personal.
En este artículo se proponen un elenco de actitudes que son una guía para alcanzar el éxito personal y la felicidad y disfrutar de nuestra breve existencia en este Mundo. También se incluye un estudio sobre la llamada "Inteligencia Emocional", su importancia y cómo aplicarla para resolver problemas de carácter general, y unas reflexiones sobre la felicidad, máximo exponente del éxito en la vida. Como conclusión de esto se enumeran un conjunto de reglas prácticas de actuación a nivel global.”


ANALISIS:
Sobre este tema el autor hace mención sobre de que es importante la toma de decisiones que se dan en nuestra vida cotidiana a lo largo de nuestra vida dentro de la sociedad de esta manera sabremos si nuestras actitudes son o no son las correctas y si somos responsables de las mismas ya que ello será una base para el futuro de nuestra vida ya sea este negativo o positivo tanto para la sociedad como para nosotros mismos el autor propone una serie de actitudes llámense como una base o una especie de guía para con las demás una especie de reglas para seguir y así se nos hará un poco más fácil iniciar una serie de actitudes positivas para nuestra vida.

BIBLIOGRAFIA:
Por José Galindo Gómez.
(Dr. en Informática por la Universidad de Granada y profesor titular en la Universidad de Málaga)

HOY ME QUEJE CON DIOS

Pensaba que mi vida no estaba bien, hable entonces con DIOS y: 

Me queje de lo que me salió mal en el trabajo, pero no agradecí por mis manos para trabajar.


Me queje por tener que soportar el ruido de mis hermanos, más no agradecí por tener una familia.

Me queje cuando no había lo que más me gustaba para comer, pero olvide por tener que comer.

Me queje por mi salario, cuando hay miles que ni siquiera tienen uno.

Me queje porque no apagaban la luz de mi cuarto al buscar unos libros, pero no pensé en que muchos no tienen la vista para poder ver la luz.

Me queje por no poder dormir 10 minutos más, olvidando a quienes darían todo por tener su cuerpo sano para poder levantarse.

Me queje por tener que trabajar al día siguiente, olvidando que muchos no tienen trabajo que les permita llevar sustento a su familia.

Me queje porque mi madre me reprendía, cuando hay millones que desearían tenerla viva para poder honrarla y abrazarla.

Me queje porque tenía que dar una charla sobre Jesús a unos jóvenes, olvidando el privilegio que es poder hablar a otros de Jesús.

DIOS, me mostro en aquel momento la verdad y entonces comprendí lo ingrata que había sido con Él, y comencé a agradecer por las cosas que había olvidado, y aún más por aquellas por las que tanto me quejaba.

Espero que tú no cometas el mismo error que yo estaba cometiendo.
Autor: anónimo.

Actitud Positiva.

Cree en tí mismo!!!

Primera entrada.

Es importante mencionar que el desarrollo histórico del Trabajo Social ha sido complejo y contradictorio, ya que no podemos analizar y comprender al Trabajo Social sin tomar en cuenta los problemas sociales, económicos y políticos, más aun, las políticas de Asistencia Social planteadas por el mismo Estado.

 
De las actitudes que se tomen durante la vida cotidiana depende muchas veces el éxito o el fracaso de nuestros proyectos de vida o simplemente laborales, profesionales, sociales; ya que la vida es un conjunto de acciones y de actitudes que nos acompañarán en toda nuestra vida.